El apocalipsis siempre ha generado en las personas fascinación o terror, pero si bien algunas predicciones son fallidas y aunque es imposible calcular la fecha en la cual esto puede llegar a suceder existen amenazas actuales como el cambio climático que nos recuerda que el fin del mundo, aunque puede ser algo incierto no es una idea descabellada y enfrentar esto no tiene porque generar miedo y desesperanza, sino que podemos transformarlos en una oportunidad para la reflexión y vivir de acuerdo a lo establecido por Dios para así gozar de una vida eterna.
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